The Big Boss (No precisamente me refiero a Daddy Yankee)

Se han puesto a pensar ¿cuán influyente es para uno  el liderazgo, la confianza  y la empatía que los jefes superiores e inmediatos emanan a los empleados en los centros de labores? La respuesta  la acabo de encontrar en una publicación muy buena en internet: "Las personas no abandonan a la empresa, abandonan a sus jefes".

Para refrescar un poco las memorias ¿les conté que muchas veces odio mi trabajo? antes lo sentía con frecuencia, creo que la intensidad depende del día, hoy por ejemplo lo odio más. De por sí el trabajo es pesado (pesadiiiiiísimo), no es divertido darle la noticia a una persona que su reserva comprada con anticipación ha sufrido cambios inesperados y que no ha poder viajar en el vuelo programado, no es divertido contestarle a una persona cuando te dice que es la quinta vez que llama y que las 4 llamadas anteriores le cortaron, no es divertido contestarle a una persona que está varada en el aeropuerto de Miami esperando que alguien se digne a darle un ticket de hospedaje porque el vuelo que tenía se ha reprogramado para el día siguiente (sabiendo que ese ticket se da sólo en aeropuerto y que en el aeropuerto no hay absolutamente nadie de la empresa quien pueda darle el ticket), no es divertido, no es divertido y no es divertido; Y no es divertido cuando te esfuerzas en aprender y uno mismo se da una nueva oportunidad para intentarlo, para seguir aprendiendo y para tratar de no cagarla más pero una voz y/o mirada de arriba te dice lo mal qué lo estás haciendo y hasta recibes amenazas sutiles de que podrías ser desvinculado de la empresa sin importar lo que sientas en ese momento, ¡Qué motivador!.         

Hoy tuve la misma charla de “Mi línea de Carrera” en la empresa donde trabajo, ya la había tenido hace un mes atrás pero me la volvieron a agendar no sé por qué (yo normal vuelvo a escucharla, con tal de no trabajar jaaa!!). El expositor  fue el mismo de la otra vez, el jefe del área, jefe muy allegado a muchos, muy lejano para muchos más,  entre bromas comenzó su reunión, pensé que iba a ser igual a la primera pero al final me quedé con otra información, otra sensación, sensación no muy motivadora, es más, todos lo percibieron así, me di cuenta por los comentarios en el ascensor, al menos yo no era la única que lo notó, que tan influyente puede ser las palabras de un jefe, de un disque líder.

Yo no soy nadie para dar una crítica al respecto, no tengo un MBA, una especialización que me respalde,  cada jefe es responsable de lo que haga o deshaga, diga o no diga, es su problema, total, si es el jefe es por algo ¿no?,me imagino que tendrá una estrategia debajo de la manga para hacer todo lo que está haciendo y diciendo, espero que así sea.  Pero algo sí que no puedo tolerar es sentir el descontento de las personas a mi alrededor, descontento de mis pares y de mí misma con todo esto, me lleno de impotencia sentirme tan frustrada en un lugar que yo siento que no me quieren, que les viene y les va lo que yo pueda sentir como trabajadora, que me saquen en cara que debo de mejorar pero no me dicen cómo ( y creo que ni les importa cómo lo haga ). No saben que es lo que pasa por nuestra mente y cuan descontentos podemos sentirnos en un clima laboral tan hipócrita y vertical como este.

No puedo creer que en una empresa tan grande como es esta (ni tanto no?),gaste millonadas en capacitación para luego tratar a sus empleados como les da la gana, con su única frase motivadora “Si no te alineas pronto, se te desvinculará de la empresa”, pregunta inocente: ¿Me estás motivando o me estás amenazando? Qué fácil es para un jefe decirlo, qué difícil es interpretarlo para un empleado.

De lo que entendí de la súper charla motivadora de la línea de carrera es que tienen que pasar 2 anhos (y eso) para poder escalar en la línea (obviamente para arriba, sino hablamos contigo), primero tienes que seguir caminando sobre carbón, luego pasar sobre las púas, luego tienes saltar el cerco eléctrico y luego esquivar los mísiles con los ojos cerrados, claro está, sin un sol en el bolsillo con la sonrisa que te caracteriza. Si logras pasar todo esto con un poco de suerte, es posible que logres escalar, para luego ser un comodín dentro y no tener casi nunca un lugar fijo, seguimos con las motivaciones, no seas un tapón ( o sea). “A la gente lenta se les está creando un programa para mejorar sus indicadores, si con eso no mejoran no sé que más podríamos hacer por ellos”. A ver si algún jefe se atreve a sentarse y someterse a esos programas a ver si sale beneficiado y regenerado para que lo caricaturicen en el respetado mural del área, preferiría ante todo la silla eléctrica (sería un método más súbito).     

Como se habrán dado cuenta, mataron con un tiro de gracia mi ánimo y perspectiva de todo lo que pude pensar ilusamente acerca de mi futuro laboral/ profesional dentro de la empresa, ahora no veo las ganas de salirme corriendo, de hacer un IR y hacer como si no hubiese vivido esto, aunque me sienta tan frustrada y hasta ahora no entienda por qué rayos tengo que pasar por eso, sin saber  bien a dónde ir y que rumbo tomar.

Así, con el sentimiento que plasmo en estas líneas lo vivido, después de recibir la súper charla, me fui caminando a uno de mis cafés favoritos desde ya hace mucho tiempo. Caminé y caminé con los audífonos en las orejas, tratando de pensar en otras cosas para no seguir pensando más en ello; Llegué al mostrador, pedí lo que siempre pido, di mi tarjeta de débito (en verdad no me acordaba cual había dado), me pidió la chica que me atendía colocar mi clave en el POS, la digité y no era la clave, me pidió nuevamente digitar la clave, lo hice de nuevo y no era la clave, me saqué los audífonos de las orejas y respiré profundo (muy profundo) y la chica me dijo “Estás bien???” y esa pregunta me hizo colapsar, se cruzaron los cables y lo único que le pude decir fue “No, odio todo” y ella se comenzó a reír (creo que no esperaba esa respuesta), le cambié la tarjeta porque ya no quería bloquearla, me dio un lapicero para firmar el voucher, lo firmé y me dijo “Uy eres zurda, los zurdos son inteligentes, me parece peculiar cuando veo un zurdo escribir, me agrada, es algo fuera de lo común” y yo seguía con mi cara de desubicada (más) y me dijo “no odies todo, tómalo con calma, tómate el café y tranqui”, ese pequeño intercambio de palabras fue tan significativo para mí, sin siquiera conocerme o conocernos, tuvo las palabras necesarias para sacarme del cuadro de frustración que me encontraba.          

   

No entiendo cómo las personas con una simple composición de palabras/gestos te puede alegrar o descomponer el día, cuán influyente es todo ello en la percepción de los seres humanos. No entiendo aún como una empresa que sueña con ser una de las 10 mejores empresas mundiales no pretenda figurar ni en broma en el ranking de The Great Place To Work mínimo  aquí y en su país natal, deberían de percatarse que una solución para mejorar el clima laboral no basta pintando un mural o repartiendo pizzas en un día festivo; El contacto y el vínculo que uno puede generar dentro de la empresa es lo más valioso que uno tendría que cuidar para motivar y hacer crecer a sus empleados, al menos como jefes responsables de personas, total, somos todos personas cuidando personas. 

(Si no te alineas con lo leído, te desvinculo del blog y punto, ok?)