¿Sabes por qué te lo cuento? Para que se lo cuentes y luego te cuente lo que me tienes que contar, claro está, lo cuentas y se lo cuentas a alguien más, ese alguien más se lo cuenta al que lo contaba pero no te alucines, que de repente lo contado no fue contado por el que lo tuvo que contar y el que lo contó lo contó sin pensar o lo contó pensando, eso si sería una cruda y triste realidad.
¿Te lo cuento y tú me cuentas? Dime la oculta verdad. Tal vez lo hagas para aparentar, te lo cuento sin saber, te lo cuento sabiendo, te lo cuento para que se lo cuentes de una vez. Se los cuento de todas maneras, se los cuento por cortar porque al fin y al cabo nadie sabe la verdad. Te lo cuento y no te lo cuento porque pensé que había lealtad.
¿Te lo cuento? Te tengo algo que contar, te lo cuento exagerando para que me creas lo contado, te lo cuento en secreto para que creas que solo a ti te lo cuento, te lo cuento solo a ti y a todos los demás. ¿Y si no te lo cuento? ¿Será que no es verdad? Si no te lo cuento, nadie tiene qué contar, o tal vez contarán algo no contado, pero los que lo contaron contarán que son dueños de la verdad.
¿ Y si dejas de contar? ¿Y si no cuentas nada que no te he contado? ¿ Y si dejas de ser tan superficial? ¿Y si me dejan en paz? Yo no tengo ganas de cortar, no tengo nada que contar y no tengo ganas de escuchar, no más.
Bitter Sweet Symphony suena como música de fondo, todo momento siempre tiene una música de fondo (ya sea por la letra o por la melodía o por la película). Cruel Intentions. Afuera la mala vibra gente.
Trabalenguas no, trábate la lengua y en buena onda, preocúpate por tu realidad.
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