jueves, 21 de abril de 2011

Mi Tía Abuela.


No tuve la oportunidad de conocer mucho a mis abuelos, para cuando yo era muy pequenha ellos ya habían partido al cielo; De la que más me acuerdo es de la mamá de mi papá, ella vivía con nosotros,  era súper trabajadora, recontra amorosa, inteligente, pilas, perica, engreidora. Me acuerdo poco, pero de lo que me acuerdo y me cuentan, ella ha sido una mujer ejemplar, que sacó a la familia adelante con todo su punche, su dedicación y todo su amor. Me sorprende cada vez que analizo toda la visión que ella pudo tener en su época, época que no fue fácil vivir y más si era descendiente japonés en un país distinto, con una cultura distinta y un idioma distinto. Tengo escenas contaditas de ella, cuando nos contaba cuentos antes de dormir, cuando me regaló plastelina, dicen que ella era la única que le hacía caso a mis berrinches, ella siempre me crió con todo su amor y es que el amor de un abuelo hacia su nieto es diferente al amor de padre a hijo, el abuelo está para consentir, el padre para corregir y pagar cuentas (jajaja, bueno, en parte).

Creo que de alguna manera, no tener un(a) abuelo(a) cerca afectó mi vida, lo normal es que los ninhos disfruten de sus abuelos los fines de semana, salgan a pasear, los engrían, les prepare su comida favorita, en mi caso fue distinto, distinto pero peculiar. Tengo 2 tías abuelas muy cercanas (hermanas de mi abuela mencionada) que desde que tengo uso de razón, me engrieron y me cuidaron siempre.

Una de ellas, fue profesora, así que ya se imaginarán lo cuadriculada que era (era porque ahora  los nietos le cambiaron la perspectiva). Ella prácticamente me introdujo al mundo voleyballístico ( por salvar un W.O me metió a completar un equipo y me cayó la pelota en la cara, hasta ahora cada vez que me acuerdo me sobo la nariz, en serio ). Ella siempre me ensenhó que debía de luchar por la última pelota en juego, me ensenhó a ganar y por supuesto me ensenhó a perder, me ensenhó a jugar en equipo, me ensenhó a divertirme mientras jugaba, me ensenhó muchas cosas. Ella me llevaba al circo, me llevaba a pasear,  me llevaba a comer, siempre había un moraleja detrás del día y unas jaladas de oreja también (jaja).

Mi otra tía abuela,  también es lo máximo,  pero con ella, tengo una química muy fuerte desde chiquita. Ella me ensenhó muchas canciones, me ensenhó a utilizar el cuchillo para comer, me ensenhó a atarme los pasadores, me ensenhó a rezar, me ensenhó a no llorar cuando me caía, por ella soy adicta a los chocolates (tenía una bodega), ella me habla hasta ahora y yo simplemente le creo todo lo que me diga, ella me puede inspirar tanta calma y tanta seguridad, no sé cómo rayos lo hace, pero lo hace.

Justo para el cumpleanhos de mi mamá vinieron a mi casa a saludar. Yo ese día estaba molida y cabizbaja por el trabajo (el bendito trabajo), fue esa semana en que llovió y no dejó de llover sobre mi cabeza. Estaba yo en la cocina sirviendo unos bocadillos y mi tía se me acercó:

Ella: La otra vez no fuiste al cumpleanhos de tu prima, supe que estabas trabajando
Yo: Si tía, stuve trabajando de madrugada, por eso no pude ir
Ella: Si, me imagino qe estás cansada..
Yo: algo, algo..
Ella: Que tal el trabajo? Te gusta?
Yo: En verdad? Lo oooooodio, lo odio como Gargamel odia a los pitufos.
Ella: (sonriendo) tanto así? Tranquila hija, esto es una etapa, una etapa más de la vida..
Yo: Odio esta etapa tía, me llega absolutamente todo..
Ella: Todo? Si eres muy joven hija. Ven al patio, respira, observa todo..
Yo: Mmm qué todo?
Ella: Todo esto, tú crees que a tu oba (abuela en japonés) no le costó tanto trabajo todo esto? Sabes con qué empenho y empuje hacía todas las cosas?
Yo: Me imagino que sí, si pues, es verdad..
Ella: Ella estaba loca sabes, cuando se le metía algo en la cabeza no había nadie que se lo sacara, nadie. Haz lo que quieres hacer, ponle empenho a lo que hagas, disfrútalo, es momento de hacerlo..

 Me sujetó la mano y la M que tenía revuelta para ese entonces se desvaneció, se desvaneció, me calmó y me volví a sentir como cuando tenía 5 anhos, cuando me contaba una historia mágica y yo le creía, pues le creo, le creo hasta ahora y lo seguiré haciendo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario