viernes, 30 de septiembre de 2011

El osito Jhan

Había una vez en un pueblito no muy lejano,  se encontraba caminado por el bosque  el osito Jhan, se regresaba a su casa después de una jornada larga haciendo jugos y vendiendo pescado; Cantaba en todo el trayecto  siempre muy desafinado él, saludaba a todas las personas que se le cruzaba, tenía la virtud de sentirse en contacto con la naturaleza siempre, escuchaba a los pajarillos cantar, veía  el camino florecer, tomaba agua del manantial que lo cruzaba  el río, agua cristalina. El osito Jhan vivía enamorado de su vecina, la vecina que siempre le tocaba la puerta por una tacita de azúcar, linda la osita, vivía con sus ositos padres y su osito polar primo de segundo grado. El vecindario del osito Jhan era muy unido; Tigres, elefantes, jirafas y osos cada viernes hacían un torneo de Wii, solo había un requisito indispensable para ingresar al torneo, venir cada uno con su mando de lo contrario el  elefante casi verde podía prohibirle la entrada. Así pasó el tiempo, algunos pobladores del bosque comenzaron  a migrar, la mayoría conseguía trabajo en la rupa rupa ( o selva alta); Sin embargo ,la suerte del osito Jhan fue diferente, le propusieron un contrato especial en donde conocería nuevos cielos, las únicas actividades programadas para ese trabajo era   actuar, hacer piruetas, inflar globos y aguantar la presión del público internacional que lo iban a visitar, el osito Jhan firmó contrato, el gerente general le tendió la mano y le dijo “Bienvenido al Circo, será una experiencia única in your life, oh yeah!”.

Y así fue, el osito Jhan se vistió de azul, lo capacitaron para hacer piruetas en el aire, aprendió a ser ventrílocuo,  conoció nuevas especies del reino e hizo nuevas amistades.  

Pasaba el tiempo y todo se tornó rutinario, ya se había perdido el encanto y la emoción  por parte de los visitantes  ya que comenzaron a abrir nuevo circos en la zona. En el circo, tuvieron la estupendísima idea  de hacer cambios, el jefe internacional, un leopardo pálido y escuálido, se paseaba por el interior del circo dando latigazos contra el piso pretendiendo manifestar su autoridad, lo irónico es que sonreía al hacerlo : “¡Aliniense todos he dicho! ahora les vamos a medir el tiempo de las piruetas, vamos a ser muy controladores con la taquilla del circo, les vamos a pagar menos y vamos a ser el mejor circo del universo, los que no cumplan con ello los meteremos al calabozo tres semanas  a ver si aprenden, los que me den la razón y me haga cariñito en el lomo podrán pasar a un nuevo puesto, pero todo depende de cómo me caigan”, lo decía atropellando a las hormigas y metiéndole cabe a las tortugas. El osito Jhan no sabía lo que ocurría, no sabía si eso era normal o no, mientras eso pasaba en el bosque ocurrían tormentas,  aluviones, erupciones y todas los visitantes del circo querían que reprogramen su visita de muy malhumor.  Al osito Jhan ya no le bastaba conversar con su amigo otorongo, ni su amigo grillo musical  acerca de su desconformidad; En el almuerzo, reunidos  casi todos, un tigre viejo le decía al pobre osito Jhan que se conformara con lo que tenía, que esto es normal en la sociedad, la liebre metiche y creída  se reía del osito Jhan y viéndolo mal nunca lo quiso ayudar. El osito Jhan, ya no sabía qué hacer, no sabía qué camino tomar para volver a sentirse normal,  lo que quería en un principio era regresar a su lugar, cada noche antes de dormir pensaba en su salida hasta que en  una noche sin luna, el osito Jhan, decidió abrir la puerta e irse de ese lugar; Los planetas se alinearon esa noche y lo condujeron hacia su hogar, en osito Jhan brincaba de felicidad ya que percibía su libertad.

Llegó a su casa a dormir, a la mañana siguiente sintió que todo fue un sueño, enmarcó una foto de sus grandes amigos que hizo, allí salía el otorongo, el  grillo musical, la loca elefante, la tímida nutria,  la colgó sobre su pared sonriendo. A los pocos segundos tocaron la puerta, se iba a realizar un torneo de Wii más tarde a las 10, mientras que le pedían nuevamente una tacita de azúcar.

**Versión musical de la historia del osito Jhan, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia.


miércoles, 28 de septiembre de 2011

♫ レミオロメン - 深呼吸




Grupo: レミオロメン
Canción: 深呼吸
Tipo: Casi coca cola (jajaja) 
Comentario: Acabo de encontrar esta canción de uno de mis grupos favoritos,  traducida se llama  深呼吸, algo así como "Respira Profundo".

lunes, 26 de septiembre de 2011

...and I'll sing the blues if I want ♫♪♫


Grupo: Oasis
Canción:  Whatever
Tipo: Coca Cola (jaa!)
Comentario: Esta canción ya la postié antes en el blog cuando estaba totalmente frustrada y amargada, me acompanhó mucho tiempo en mis idas de camino al  trabajo,  ahora tiene otro enfoque para mí, por eso elegí también esta versión. Hoy fue mi último día en el trabajo, tengo mil sentimientos encontrados, una mezcla de expectativa/ tristeza/ alegría/ miedo/ ansiedad/ libertad,  baaaahh!!, whatever, I'll sing the blues if I want..

lunes, 12 de septiembre de 2011

En un lugar llamado Edo Sushi Bar


Uno de mis restaurantes favoritos es sin dudar el Edo, lugar donde se  difunde la comida nikkei en su máximo resplandor:  Sashimis, sushis, makis, tiraditos, yasaitames, batayakis, son el deleite de los comensales cada día que visitan el restaurante.





 (un babero, por favor).













Y es que no solo el Edo es uno de mis restaurantes favoritos por su comida, tuve el gusto de trabajar allí y tuve el gusto de conocer a gente maravillosa, trabajadora, loca, buena onda, cálida, acogedora. Era un locón trabajar en ese lugar: El local reventaba de comensales casi siempre, comandas por aquí, comandas por allá, llamadas por aquí, llamadas por allá, cuentas por aquí, cuantas por allá, platos por aquí, platos por allá, bebidas por aquí, bebidas por allá, salsas por aquí, salsas por allá, vuelto por aquí, vuelto por allá,  una al final acababa multifacética haciendo todo lo que estaba al alcance de uno, yo siempre acababa con los ojos rojos mirando a la nada (jajaja) pero nada, toda la presión del trabajo se contrarrestaba con el trabajo en equipo (bueno, a veces jajaja) y las tonterías que hacíamos/decíamos en equipo (eso sí siempre jajaja). Ahora puedo mirar atrás y me puedo reír de todo lo que hacíamos/decíamos, todo forma parte ya de mi  The Wonder Years: El coro de Viena, la modelo colombiana, cantar el doctorado con Pipaz, comer otoshis, gritarle a Gian por una limonada, escuchar a Clau llamar a Chubi, pegarle a Wen y a Jaz, escuchar los gritos de Mariella, escuchar renegar a Tiiiito,   estresar al flacuchento, doblar oshiboris, escuchar cantar a Sachi, verle la panza a la panzona, la cresta de Evervest,jugar voley en el estacionamiento y ganar el campeonato mundial Edo (jajaja), decir “Hoooola Valeeeeeeria”,  ir con Oriana al tragamonedas,hacer chanchita con Ade & Ronald para el lonchesito, dormir en la mesa, descifrar con la luz los colores de los caramelos, oler a gari, llorar con el wasabi, hacer renegar a Coco,  fastidiar a Chito, lavar las paredes, ir a Antioquia, comer otoshis podría repetirse nuevamente jejeje, etc. etc. etc.

Lo curioso es que desde hace tiempo ya  no trabajo allí, es más, la mayoría dejamos de trabajar en ese lugar  pero las amistades que hice  perduran hasta el día de hoy. Eso me encanta.
























sábado, 3 de septiembre de 2011

Don Juansito, el mejor del mundo.

Desde hace un buen tiempo, me gusta conversar en el baño con mi papá.  Mi casa es un poco peculiar, hay 2 baños juntos pero separados (jaja ¡Qué tal explicación!), bueno separados por una pared. A veces coincidimos en las mañanas, mientras yo me termino de bañar y cambiar en uno, mi papá está en el otro alistándose para ir a trabajar, siempre utilizamos esos minutos que coincidimos para conversar, me encanta. No sé si es porque nos divide la pared y no nos  vemos cuando conversamos (jaja), pero siento que esas conversas son más libres, profundas. Mi papá es el hombre más teeeeeeeeeerco y cerrado de toda la faz de la tierra (sin exagerar), si si y por ende, de tal palo, tal hija (jajaja). Se me hacía difícil conversar con él, no sé,  su terquedad con mi terquedad me creaban una frustración terrible y es que para mí que él me apoye y entienda mi punto de vista lo es todo.

Últimamente he aprendido algo,  he aprendido a aceptar sus decisiones y creo que él ha aprendido eso también y eso me causa un gran alivio en mi ser.  Justo ayer conversábamos  de un viaje que le decía para hacer en unos meses, pero él con toda su serenidad me dijo que no, que no era el momento y me dio sus razones, en pocas palabras me choteó pero este chote fue un chote refinado (jajaja). Si esa conversación hubiese sido un par de meses atrás creo que me hubiese enfurecido  y estresado,  pero ahora no, ahora entiendo y acepto su decisión.  Mi papá simplemente es un genio,  es todo un personaje, súper lindo y encantador.

Creo que muchas veces no logramos entender a nuestros viejos, pero si vemos más allá de lo evidente, creo que los años y el esfuerzo que ellos ponen a la vida son por una sola razón: VERNOS FELICES.