Mi hermana me dijo una vez que uno cuando está con alguien, no sólo está con esa persona sino con su familia también. Hace ya casi 42 meses, él me abrió las puertas de su corazón y de su familia: Un corazón lleno de amor, de paz, de alegría; Una familia grande, unida, acogedora, alegre y de mucha calidez, siempre estar allí es sentirse como en casa. Allí conocí a la abuelita, una abuelita inteligentísima con una memoria de elefante única, conversadora, linda, sapa, perica (jeje ), desde siempre me trató muy bien, iba a visitarla y nos quedábamos conversando de cualquier cosa, veíamos tele juntas mientras yo me tragaba los 10 kilos de mandarinas que me invitaban (jeje), siempre nuestro tema de conversación han sido las frutas, las comidas y el Gran Show de Gisela (jajaja ella se sabía los nombres de todos los concursantes de cada temporada y me ponía al día de lo que pasaba, en serio). Ya a partir del año pasado la abuelita se puso un poco mal de salud pero las veces que iba a visitarla ella se ponía sus aretes y se arreglaba porque decía que tenía visita (muy linda). Por cosas de la vida la dejé de ver un buen tiempo, supe que se puso mal y que estaba internada en el hospital, mi corazón se me paralizó y se entristeció.
El sábado que pasó salí temprano de trabajar y pude ir a visitar a la abuelita, le llevamos flores de colores, pensé que no se iba acordar de mí. Llegamos a su cuarto, ella estaba un poco dormida, él la saludó primero y le dijo “Mira quién te ha venido a visitar”, ella me miró y dijo mi nombre y sonrió, yo en ese momento me derretí, verla allí tendida con su oxígeno en serio que me paralizó, sin embargo ella estaba igualita, estuvimos conversando de la vida, le decía que iba a traer a la Wanchan (mi labradora/ladradora) para que la visite también y ella me decía “Aaay no, aquí no se permiten perros” (jeje), él le preguntaba si el doctor que la atendía era guapo y ella decía que no, que mejor estaba el otro (jajaja), sacó su Ipod le puso los lentes a la abuelita y estuvo viendo fotos de su bisnieto que está en Noruega, él le decía que ella ya no era abuelita sino que era una BIZCAbuela jajaja (a ella no le parecía gracioso jajaja). Fue una bonita visita, ya para cuando nos íbamos, ella se había quedado dormida, no obstante, cuando ya estábamos por cruzar la puerta él se dio cuenta que la abuelita abrió un ojo, nos acercamos y ella preguntó “¿Qué hora es?” y él le respondió “ Es hora de dormir abuelita, descansa tranquila, ya nos vamos, te quiero mucho ya?” , ella le dijo que también lo quería, le dio un beso y nos fuimos.
El miércoles en la tarde, la abuelita se fue al cielo.
Gracias abuelita porque siento que de alguna manera me esperaste para despedirte de mí, es inevitable esta tristeza en el corazón pero gracias abuelita por todo tu cariño, gracias por tu calidez, gracias por acordarte de mí siempre y por preocuparte por mí, gracias. Y gracias a ti, gracias por darme una abuelita tan linda en este tiempo.
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