miércoles, 16 de abril de 2014

Los 3 chiflados, más que chiflados.



Los 3 chiflados, más que chiflados.



Por cosas de la vida volví al lugar de siempre, fue un 50/50 de personas conocidas y por conocer, llegué yo aterrizada recién de un viaje que pareciera de otro planeta en tercera dimensión, aterricé yo sin saber y sin saber qué hacer, desestabilizada,  con la melancolía encima, con un grado alto de frustración...necesitaba eso, un refugio seguro, un refugio con gente conocida, amigos sinceros que no les importara tanto qué pasaba por mi cabeza, sino les interesaba lo mismo que a mí, que a pesar de todo uno tenía que disfrutar el presente como venga y reír, reírse de uno, reírse del otro, reírse por todo, reírse de todos, no quedaba otra.

Miro atrás y lo recuerdo así como una terapia, una risoterapia, en donde si no lloras de frustración lloras de risa (jajaja),  en donde le preguntabas al otro indignado qué carajo hiciste para que te tocara vivir lo que estás viviendo, qué carajo va a hacer uno con su  vida, qué carajo pasó para trabajar tanto y siempre estar misio, qué carajo pasó para que se intoxiquen los malditos (aún nadie supera eso y solo lo mencionaré una vez), qué carajo pasó que no nacimos en Korea del Sur y ahora qué carajo hacemos buscando nuestros nombres en koreano (jajaja),  qué carajo pasó para que a donde vayas te llamen loc@ y qué carajo pasó para que digan LOC@ y uno sepa a que loc@ se refiere, qué carajo pasó para seguir contratando gente más loca que uno, qué carajo pasó para que se cayera y camine como abuelita varios días, qué carajo pasó que no entiende que un paquete consta de 8 piezas de sashimi, 10 de sushi, 20 makis (jajaja), qué carajo pasó para que hagan lío por el pedido de limones, qué carajo pasó para que se trepe en la reja como Don King Kong en el estacionamiento, qué carajo pasó para que vengan una mancha de moscones con ojos verdes/azules y qué carajo pasó para que uno piense que los puede matar con un rollo de periódico y buena puntería, qué carajo pasó que no terminaste de ver la novela, qué carajo pasó para que en una tarde/noche de risotadas y burladas venga el dueño a callarnos (jajaja)...

Siempre estaré agradecida por esos momentos tan trágicos y divertidos, lo recuerdo y me río (soy una fackin burlona lo sé y lo lamento WAAAJAJA!). Como me dijo un amigo allí, yo soy una hippie que no solo se viste como hippie sino que se pasea como hippie, que viene y se va, pero eso sí, una hippie sanaza porsiacaso aunque pasen los años y nadie lo crea todavía. 

Un deibydei para estos chiflados que son más de 3 y son más que chiflados, fueron la medicina perfecta contra la tristeza y la anemia,un poco tarde pero gracias amigos de la vida. 

Negro, amarillo, rojo, verde.
10.4
Cambio & fuera.

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