Película coreana que te sumerge en el llanto más profundo del alma, al menos a mí,si.
Creo que estos tipos de películas son como una terapia para mí todavía, de alguna manera canalizo lo que puedo sentir y me desahogo,y es allí donde lloro, me lamento, sufro, me doy de cabezazos contra la mesa (jajaja mentira, pero ya falta poco creo para hacerlo)y la vuelvo a ver y vuelvo a lamentarme, a sufrir... detesto el box, no me gusta la no nitidez pero fuera de eso, esta película es muy bonita y la última canción es horriiiible, recomendable para quienes quieran llorar mares y océanos.
"Jung Hwa te quiero, siempre".
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