viernes, 30 de diciembre de 2011

Simple & Perfect: Navidad en casa

Como es costumbre ya en casa, mi hermano siempre se encarga de armar el nacimiento, yo me encargo de armar y decorar el árbol, mi mamá siempre es la que termina desarmando y guardando todo cuando ya se da cuenta que nadie lo pretende hacer (una vez el nacimiento y el árbol estuvieron hasta Semana Santa  puesto en la sala creo jajaja).

Mi hermana mayor me dejó el legado de armar el árbol (ella se encuentra en Japón)bueno en realidad no es que me lo haya dejado como legado sino más bien fue algo de mutuo acuerdo con mi hermano.  A partir de que ella lo armara,  el decorado del árbol fue “algo” inusual, no eran las tradicionales guirnaLdas, ni los  tradicionales lazos que se cuelgan en las ramas, ella en su última decoración por ejemplo colgó conchas de abanico pintadas con  mis aerosoles dorados y plateados ( mi hermana trabajaba en Casma, en un criadero de conchas de abanico, allí abundaban las conchas y de allí le nació la idea). En verdad esa idea me pareció mostra pero lo que no me pareció   mostro  fue que yo tenía que agarrar las conchas mientras ella con el taladro les hacía el hueco para meter la pita dorada para poder colgarlas en el árbol (cerraba los ojos cada vez que escuchaba el sonido del taladro pensando en que tal vez me iba a taladrar un dedo o quizás dos), pero ese año el árbol quedó lindo.

Creo que 2 años estuvimos con esa decoración en el árbol hasta que mi hermana se fue a Japón. De allí me tocó encargarme de la decoración y no quería volver al tradicional diseño del árbol (Las bolas están más caaaaras! Jajaja) así que pensé y pensé qué podía hacer, qué podía colgar, hasta que un día me iluminé.

Como se habrán dado cuenta, me encanta la fotografía y me he dado cuenta que me encanta ver fotos, regalar fotos, imprimir fotos, decorar con fotos, simplemente me encanta. Para ese entonces, quería comprar un portarretratos que había visto en una tienda (no era un portarretratos en sí, era un objeto con muchos clips para colgar las fotos), lo quería  para ponerlo en mi sala pero el precio de eso era las bolas del árbol multiplicado por 100 (jajaja), así que no había forma de que lo comprara,  decidí que el objeto con muchos clips sería el árbol de navidad.

Y así fue, así es. Ya van casi 3 años con esta decoración, cada año se renuevan las fotos pero aún la esencia queda. Es curioso porque mi papá le habla al árbol, brinda con el árbol, mi mamá no deja de contemplarlo, cada vez que pasamos por la sala es como que te hace sonreír, te hace recordar lo bonito que es la familia y el deseo de estar siempre unida a pesar de la distancia.

Este árbol me pudo costar más barato en decorarlo pero para mí es el árbol más rico y valioso del mundo entero.

































































Feliz Navidad para todos!!=)
Volvió a nacer la luz, el amor, la esperanza y la paz.



         

jueves, 29 de diciembre de 2011

< K i z u n a 绊 >

El “kanji” (ideograma utilizado en la escritura japonesa) que representa la palabra “vínculo” ha sido elegido el más popular del año en Japón, donde en los últimos meses se ha utilizado para simbolizar la solidaridad que siguió al terremoto de marzo. Este término resultó el vencedor en el concurso nacional anual que organiza una fundación para la promoción del “kanji” y que en esta edición recibió los votos de casi medio millón de japoneses, informó la agencia local Kyodo. El ideograma de “kizuna” ( Vínculo, utilizado a menudo en relación con la comunidad) fue el elegido por más de 61.000 ciudadanos, mientras que en segundo lugar quedó el ideograma de “sai” (desgracia), seguido muy de cerca por “shin” (terremoto) en este concurso que trata de resumir en una palabra lo más significativo del año en el país.

Es curioso que justo este kanji haya salido elegido como la definición más exacta de lo que fue este 2o11 en Japón, curioso porque en abril postié algo referente a ello sin pensar que iba a ser la palabra del año, pero sin vainas para mi también esta ha sido la palabra del año: KIZUNA (VINCULO), pudo quizás ser  en algún momento  "Sai" o " Volcán Puyehue" (jajaja pero no, venció Kizuna jeje). 

Y no solo ha sido porque la canción la tenía una y otra vez en mi lista de reproducción del iPod tratando de levantarme el ánimo en el camino oscuro al trabajo (ahora me puedo reir de eso jajaja), sino porque este año afiancé vínculos con muchas personas que estaban cerca pero no tan cerca como yo los sentía pero felizmente que pude volver a sentir y con ello pude volver a abrazar fuerte, a sonreír, a valorar, a jugar, a soñar, a cantar,a querer, a amar,a perdonar, a perdonarme,   a ver la vida de distinta manera y a disfrutar lo simple & perfecto que puede ser. 

Agradecida totalmente por este 2o11 que se va: Agradecida por mi linda familia, por mi lindo novio, por mis lindos amigos de la vida ( a pesar de no conversar seguido, agradecida estoy de tenerlos aqui y recordarlos así, huevadas no más hablan! jajaja) , agradecida por todo lo bueno, agradecida por todo lo no tan bueno, agradecida por todo todito. 


"Me pregunto lo que están haciendo, me pregunto lo que están buscando, el cielo se ha puesto de color naranja, el sol se está ocultando ya y saldrá mañana con sus cambios. Las noches en las que lloramos y soltamos nuestras lágrimas, los días en que nos reímos hasta la mañana, teniendo conversaciones sin sentido, no olvidaré ninguna ya que son tesoros que los mantengo hasta ahora. Siento su amabilidad aún cuando estamos separados, así que no me importa a donde vaya, no estaré solo, pase lo que pase no estaré solo.
¡¡Hey, tenemos un vínculo!!".





viernes, 23 de diciembre de 2011

Luces en Navidad

La víspera de Navidad, el viajero y su mujer hacían un balance del año que terminaba. Durante la comida en el único restaurante de un pueblo de los Pirineos, el viajero comenzó a quejarse por algo que no había ocurrido como deseaba. La mujer miraba fijamente el árbol de Navidad que adornaba el restaurante.

El viajero se dio cuenta de que a ella ya no le interesaba la conversación y cambió de tema:
Bonita la iluminación de este árbol (dijo).
Es verdad (respondió la mujer), pero si te fijas bien, en medio de esas decenas de bombillas hay una que está fundida. Me parece que en vez de ver el año como decenas de bendiciones que brillaron, te estás fijando en la única bombilla que no iluminó.

(Maktub)

jueves, 22 de diciembre de 2011

Regalos invisibles

Cuenta una leyenda que, en el país que hoy conocemos como Austria, era costumbre que la familia Burkhard (compuesta por un hombre, una mujer y un niño) animase las ferias navideñas recitando poesías, cantando baladas de antiguos trovadores, y haciendo malabarismos que divertían a todo el mundo. Por supuesto, nunca sobraba dinero para comprar regalos, pero el hombre siempre le decía a su hijo:

-¿Tú sabes por qué el saco de Papá Noel nunca termina de vaciarse, con la de niños que hay en el mundo? Pues porque, aunque está lleno de juguetes, a veces también deben entregarse algunas cosas más importantes, que son los llamados “regalos invisibles”. A un hogar dividido, él lleva armonía y paz en la noche más santa del año cristiano. Donde falta amor, él deposita una semilla de fe en el corazón de los niños. Donde el futuro parece negro e incierto, él lleva la esperanza. En nuestro caso, cuando Papá Noel nos viene a visitar, al día siguiente todos nos sentimos contentos por continuar vivos y por poder realizar nuestra trabajo, que es el de alegrar a las personas. Que esto nunca se te olvide.

Pasó el tiempo, el niño se transformó en un muchacho, y cierto día la familia pasó por delante de la imponente abadía de Melk, que acababa de ser construida.

-Padre, ¿recuerda usted que hace muchos años me contó la historia de Papá Noel y sus regalos invisibles? Creo que cierta vez yo recibí uno de estos regalos: la vocación de hacerme religioso. ¿Le contrariaría mucho a usted si en este momento diera el primer paso hacia lo que siempre he soñado?

Aunque la compañía de su hijo les hacía mucha falta, los padres comprendieron y respetaron su deseo. Llamaron a la puerta del convento, y fueron recibidos con generosidad y amor por los monjes, que aceptaron al joven Buckhard como novicio.

Llegó la víspera de la Navidad y, justamente ese día, se obró en Melk un milagro muy especial: Nuestra Señora, llevando al Niño Jesús en brazos, decidió bajar a la Tierra para visitar el monasterio.

Sin poder disimular su orgullo, todos los religiosos hicieron una gran fila, y cada uno de ellos se iba postrando ante la Virgen, procurando homenajear a la Madre y al Niño. Uno de ellos les mostró las bellas pinturas que decoraban el local, otro les llevó un ejemplar de una Biblia que había requerido cien años de trabajo para ser manuscrita e ilustrada, y un tercero recitó de corrido el nombre de todos los santos.

Al final de la fila, el joven Buckhard aguardaba ansioso. Sus padres eran personas simples, y sólo le habían enseñado a lanzar bolas a lo alto para hacer con ellas algunos malabares.
Cuando le tocó el turno, los otros religiosos querían poner fin a los homenajes, pues el antiguo malabarista no tenía nada importante que decir, y podría dañar la imagen del convento. Sin embargo, también él sentía en lo más hondo una fuerte necesidad de ofrecerles a Jesús y a la Virgen algo de sí mismo.
Avergonzado, sintiendo la mirada recriminatoria de sus hermanos, se sacó algunas naranjas de los bolsillos y comenzó a arrojarlas hacia arriba para atraparlas a continuación, creando un bonito círculo en el aire, al igual que solía hacer cuando él y su familia caminaban por las ferias de la región.

Fue sólo entonces cuando el Niño Jesús empezó a aplaudir de alegría en el regazo de Nuestra Señora. Y fue sólo a este muchacho a quien la Virgen María le extendió los brazos y le permitió sostener durante un tiempo al Niño, que no dejaba de sonreír.

La leyenda termina diciendo que, por causa de este milagro, cada doscientos años, un nuevo Buckhard llama a la puerta de Melk, y es admitido, y mientras permanece allí tiene el don de alegrar el ánimo de todos los que lo conocen.

(Paulo Coelho)

martes, 13 de diciembre de 2011